Elena Baena
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¿Cuál es tu comida favorita? La compartida con mis seres queridos. Para mi una buena mesa siempre tiene ese ingrediente.
¿Y la que más detestas? Comer sola.
Si pudieras elegir, ¿Qué comerías ahora mismo? Cualquier verdura cogida en el momento de un huerto de cercanía ligeramente asada, buen aceite de Oliva Virgen Extra y pizca de buena sal.
¿Recuerdas cuál fue el primer restaurante que visitaste? Casa Lucio en el Madrid de los años 80 con mis padres.
¿Y ese al que volverías sin dudarlo? Los recuerdos sublimes no suelen repetirse pero volvería a aquellos donde hay pasión por la materia prima y poco postureo
Ahora, un restaurante que no recomendarías ni a tu peor enemigo. No suelo hablar mal de ningún local , simplemente no vuelvo.
Un sitio por conocer. Muchos! Pero si alguna vez me pierdo estaría en algún lugar de la Provenza francesa.
Tu bebida favorita. El té rojo especiado con algo de leche de soja sin azúcar.
Tu primera copa fue de …. Una copa de un buen clarete navarro con mi padre.
¿Y la última? Esta noche en la cena, una copa de Rioja del 2016.
El plato que mejor te sale. Habría que preguntar en mi casa pero quizá mi lasaña totalmente casera con mucho chup chup y buenas materias primas puede llegar a ser un plato extraordinario. Algo más sofisticado quizá una crema de setas o un papillote con salsa según ingredientes en mercado.
Una película / espectáculo / libro que te dé hambre. Mi primer libro de cocina fue “las 1080 recetas de Simone Ortega” que me regaló mi abuela siendo adolescente y todavía lo conservo, un magnífico libro de referencia. Programas como “las recetas de Julie” de la 2 donde la cocina de proximidad se une al descubrimiento de la región y sus gentes.
Un aroma de la infancia. Las salsas de almendras , la de nuez , la de pistachos eran deliciosas.
¿Qué pedirías en tu última cena? La compañía de mis seres queridos y una copa de tinto Rioja del 2011 podría ser una buena opción.
¿Qué tres cosas no faltan nunca en tu nevera? Verduras de temporada, cerveza sin alcohol y leche de soja sin azúcar.
¿Qué plato no soportabas de pequeño y ahora te encanta? Las verduras en general. Si te enseñan a quererlas llegarás a adorarlas. Son sencillas, a la vez que delicadas, y pueden llegar a convertirse en algo sublime. .
¿Qué le falta a la gastronomía sevillana para despegar? Opino que el auge turístico de nuestra ciudad debe sustentarse además de en la belleza de la ciudad en otras ofertas diferenciadas como la gastronómica . Para ello , según mi opinión , es necesario:
Apostar por productos locales y de proximidad elaborando cartas únicas y diferentes que nos sirvan para diferenciarnos desde la calidad y lo autóctono. Invertir recursos en elaborar recetas innovadoras que mantengan nuestras raíces a través del uso de técnica reforzando nuestra concepto diferenciador: la tapa.
Pensar a lo grande desde nuestra ciudad ; nuestras instituciones, nuestros productores, nuestros chefs con el apoyo de acciones de instituciones y de Asociaciones como la ASGT que empujen, den a conocer y relacionen lo local con lo internacional.
La asignatura pendiente del turismo en Sevilla. Como decía anteriormente, el auge turístico que viene viviendo la ciudad en los últimos años , exceptuando el paréntesis mundial de la pandemia, debería sustentarse en valores añadidos únicos que nos diferencien y nos identifiquen . La belleza e historia de la ciudad son un reclamo maravilloso que creo debería ser acompañado de una magnífica oferta hotelera que procure estancias únicas y una oferta gastronómica que nos diferencie en el mercado internacional .
¿…y de la gastronomía sevillana? Salir de su zona de confort , innovar y diferenciarnos de otras ofertas gastronómicas desde nuestra tapa como referente.