Las vacaciones son para descansar
No es mi costumbre salir de mi rincón aljarafeño en el mes de agosto y menos para ir a una de nuestras innumerables y magníficas playas andaluzas. Pero en esta ocasión, nobleza obliga, me debía a la petición de uno de mis más queridos amigos a quien profeso admiración y enorme afecto desde hace nada más que 47 años.