
De la importancia de una academia en mi modesta opinión
No hace mucho, en tierras gallegas donde fui gustosamente invitado a compartir fogones y micro con otros cocineros norteños; un falador explicaba la perplejidad de los panaderos galaicos al conocer que el mejor en su especie era sevillano, concretamente de Lebrija: Domi Vélez.