LA ACADEMIA EN LOS CURSOS DE VERANO DE LA UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE

Los miembros de nuestra Academia Andrés Garzón, Juan Jiménez, Juan Cartaya, Begoña Amurrio e Ignacio Candau (Vicepresidente), como director y coordinador de los cursos (los dos primeros) y como ponentes (los tres últimos), intervinieron en los XXII cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide, bajo el título  ‘Entender y apreciar los vinos y aceites de la provincia de Sevilla’, celebrados los pasados días 20 y 21 de junio en el campus de Carmona.

Dedicados a divulgar el conocimiento de dos productos emblemáticos de la provincia sevillana como son sus vinos y su aceite de oliva, estos cursos han manejado un enfoque práctico e interactivo, más allá del rigor académico, aportando así un completo conocimiento, desde la historia hasta la actualidad tecnológica y los aspectos socioeconómicos.

El curso se ha impartido en el marco de la designación de 2024 como el año dedicado al Aceite de Oliva Virgen Extra por nuestra Academia, y ha continuado la filosofía de los cursos organizados en ediciones anteriores sobre vinos andaluces.

Tras el saludo del director del curso, Andrés Garzón, dirigió al alumnado unas palabras de presentación nuestro presidente, Julio Moreno, quien recordó los objetivos de la Academia, entre los que figura la defensa del producto de la provincia de Sevilla.

El académico Juan Cartaya, historiador y escritor, expuso su densa conferencia titulada: «Desde el Viejo al Nuevo Mundo: el largo viaje atlántico de los vinos de la sierra de Sevilla”, empleando la cartografía del siglo XVII, bajo el concepto del Reino de Sevilla, antes de la división provincial de 1622 por Javier de Burgos. Se refirió a los grandes vinos sevillanos del Reino, desaparecidos con la filoxera, incluidos en el marco de Jerez, Huelva (Condado) y Lebrija.

Aludió a la exportación andaluza de vinos y su repercusión fiscal, citando la fecha de 1472 para el primer contrato de venta de vino, con Flandes como  gran clienbte, con vinos de Cazalla, Guadalcanal o Alanís. A finales del siglo XV unas 2.000 personas trabajan en el vino, emergiendo un gigantesco mercado con el Nuevo Mundo, con vinos de Sanlúcar y El Puerto, El Aljarafe y la Sierra Norte y Huelva.

Ignacio Candau, nuestro vicepresidente, master en Enología y miembro igualmente de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo, disertó con extensa información sobre “La riqueza y diversidad de los vinos sevillanos”. Se refirió a los  orígenes de la vid y del vino, como pura química, su morfología y los factores que afectan al viñedo. Sin una teoría de cómo nació el vino, tal vez sobre el año 6.000 a.C., con hombre ya sedentario, pudo ser el efecto del almacenamiento de la uva, cuyas levaduras fermentadas produjeron con su consumo un efecto eufórico, estudiado más adelante. Ya los tartessos consumían vino.

Las comarcas productoras de vino de Sevilla son El Aljarafe (Espartinas, Villanueva y Umbrete, con mostos, espumosos, licorosos, tintos y vermouth); la Sierra Norte (Cazalla de la Sierra y Constantina, con blancos, tintos, tintos dulces, anises y aguardientes, licores y vermouth); La Vega/Campiña (Alcalá de G., Carmona, Fuentes de Andalucía, Estepa, Mairena del Alcor y Arahal, con destilados, ginebra, anises y vermouth), y Bajo Guadalquivir (Los Palacios, Lebrija, Utrera y El Cuervo, con blancos, tintos, rosados, generosos, licores, dulces y mistelas, tintos de crianza y vermouth).

Finalizó la jornada de mañana con una amena cata dirigida por nuestra académica Begoña Amurrio, licenciada en Enología e Ingeniera agrícola, partiendo de que Sevilla tiene todos los tipos de vino. Se cataron en modo visual, olfativo y gustativo un espumoso de El Aljarafe (con segunda fermentación en botella, cuya copa no debe removerse). Siguió un blanco de la Sierra Norte, con aromas florales y herbáceos. En tercer lugar, un tinto con coupage de la bodega, con varias uvas vendimiadas por separado (Cabernet Sauvignon Franc, Garnacha, P. Noir, Merlot y Sirah). Y a continuación, un vino fino fruto de la revolución vinícola del año 2000, potente, criado en soleras y criaderas. Para terminar, un oloroso vors, con madera y frutos secos y muy persistente de Lebrija.

Finalizó la jornada con dos charlas a cargo de nuestros académicos Juan Jiménez (catedrático de Genética de la UPO), y el profesor Andrés Garzón Villar, sobre “La vida secreta de las levaduras en el viñedo y en la bodega”, que aportaron información sobre las investigaciones llevadas a cabo en esta Universidad desde sus respectivos departamentos.

Tal como indicó nuestro presidente, con esta colaboración se da un salto de calidad en nuestras actividades, al colaborar con el mundo social universitario, gracias a la aportación de los conocimientos técnicos y profesionales de nuestros académicos.

 

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