Paliar la situación por la que atraviesan los conventos sevillanos por un lado, y por otro, mantener, promocionar y difundir una tradición centenaria de Sevilla uniendo turismo y gastronomía. Con esos objetivos se ha puesto en marcha una nueva iniciativa: Dulces de Conventos en los hoteles de Sevilla, que se presentó el pasado martes en el patio del Hotel Cool Rooms.
Ha sido gracias a la Hermandad de Ntra. Sra. de la Antigua, junto a la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, que han apoyado de este modo los conventos de clausura dedicados a la elaboración de dulces.
Dirigieron el acto Manuel Cornax, presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia y Manuel García Preciados, hermano mayor de la Hermandad de la Antigua. La iniciativa ha contado con el respaldo municipal, a través de Juan José Domínguez, director de Turismo del Ayuntamiento de Sevilla.
Según indicó Manuel Cornax, esta promoción se realizará de manera experimental en cuatro establecimientos prestigiosos del centro de Sevilla: el Hotel Inglaterra, el Hotel Querencia, el Hotel Doña Carmela y el Hotel Don Ramón, y según vaya la experiencia, se extenderá a más hoteles sevillanos.
La elaboración de dulces por las monjas de los conventos constituye su mayor fuente de ingresos. De hecho, subsisten gracias a esta actividad durante todo el año, si bien es durante las fiestas navideñas cuando alcanzan su más alto nivel de ventas. Pero ha sido la Hermandad de la Antigua, que desde su fundación en 1946 tiene como principal objetivo sostener y apoyar a las monjas de clausura de Sevilla, la promotora de esta idea.
Por otra parte, la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia ha acogido con interés y entusiasmo la iniciativa en apoyo de las religiosas, promocionando y difundiendo este patrimonio histórico sevillano que es la gastronomía de los obradores de clausura, con tradición de varios siglos.
Estos dulces son únicos por elaboración y calidad de las materias primas utilizadas. Y el turista tendrá la posibilidad de conocer también estos conventos, comprando más dulces en su visita.
