EL PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE VINOS Y LICORES EN LOS CURSOS DE VERANO DE LA UPO

El seminario “Entender y apreciar los vinos y aceites de la provincia de Sevilla” organizado por la Universidad Pablo de Olavide en el marco de sus 22º cursos de verano, tuvo lugar los días 20 y 21 de junio, dedicado a dos de los productos señeros de la provincia de Sevilla.

Y la ponencia inaugural corrió a cargo del bodeguero Rafael Salado, presidente de la Asociación de Vinos y Licores de la Provincia de Sevilla. El titular de una de las bodegas más antiguas y dinámicas de Sevilla, habló desde un enfoque corporativo y comercial de la situación de los vinos y licores sevillanos, con interesantes referencias a su larga experiencia como bodeguero, desde varias generaciones de su familia.

Salado comenzó indicando que hablaría de la evolución de los vinos de Sevilla desde los años 40 del siglo pasado, advirtiendo la dependencia que históricamente tuvo el vino sevillano de los caldos de la comarca de Jerez, tras la desaparición de cepas a causa de la filoxera, que acabó con el pujante sector vinícola de la provincia.

Recordó las zonas de cultivo de viñedos en Sevilla: Sierra Norte (Alanís, Cazalla de la Sierra y Constantina), Bajo Guadalquivir (Lebrija y Los Palacios), Aljarafe (Umbrete, Villanueva, Espartinas y Bollullos) y La Campiña (Carmona y Estepa).

Según refirió, en los años 80 existían numerosos lagares en la provincia de Sevilla, pero luego se arrasaron las viñas por falta de clientela para vender los vinos, aunque los de Jerez se exportaban con facilidad. Y en cuanto a las destilerías, los licores se elaboraban con gran volumen de uva, en suelo pizarroso y con más carga de alcohol. Pero Jerez cae en su comercialización y eso ocasiona una mala imagen para las destilerías sevillanas.

Al crearse la Asociación –indicó-, se intenta divulgar el conocimiento de los vinos de Sevilla, para defender lo nuestro. Y así ha sido gracias al apoyo de  Prodetur (Diputación de Sevilla). Hoy -afirma Salado- no hay bar en nuestra provincia que no cuente con alguna referencia de vino local, fruto de la labor constante de la Asociación que él preside, fundada en el año 2000, y que tiene firmados convenios con Asociación de Hosteleros, la Universidad Pablo de Olavide, la Academia Sevillana de Gastronomía y Turismo y con escuelas de hostelería de la provincia.

En cuanto al futuro de los vinos sevillanos, Salado advirtió que no podemos echarle un pulso a las grandes cadenas de distribución. Pero nuestro argumento más fuerte de ventas es la diferenciación de su uva, la garrido fina, además del hecho de tener un precio por elaboración artesanal y nocturna. La viña, indicó, requiere un cuido permanente. El buen vino empieza en la viña. Ahora se busca la calidad antes que la cantidad, y por ello hoy se producen buenos vinos en toda España.

También se refirió al mosto, que representa el 60% de la producción en El Aljarafe. Sevilla produce tintos, blancos y algunos vinos fortificados. Y aludió al grave problema del cambio climático, que obliga a adelantar las vendimias un mes, y labrar aún más la tierra, junto a la lucha contra las plagas.

Concluyó Rafael Salado anunciando que el vino de la próxima vendimia en la provincia sevillana viene de excelente calidad.

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