El que siempre se definió como Tabernero, retirado en la primavera de 2020, Enrique Becerra Gómez, presentó el pasado lunes su sexto libro, “Gastrorelatos” (Editorial Samarcanda). El acto fue organizado por la sevillana Asociación Apoloybaco (vinos, gastronomía, jazz y literatura), y presentado por el periodista Francisco Robles, autor del prólogo.
Enrique Becerra (Sevilla, en barrio de San Román, 1957), tuvo desde siempre inclinación hacia la escritura, si bien por pertenecer a una familia dedicada a la hostelería, trabajó en ella y abrió su propio bar restaurante a los 22 años, Casa Becerra, toda una referencia en la hostelería sevillana, y famosa por su cocina tradicional, durante los 41 años que duró su actividad.
Por el establecimiento pasaron multitud de personajes pertenecientes al mundo del arte, la política o la comunicación, convirtiéndose además en un punto de encuentro literario, gracias a clientes de la talla de Cela, Borges, Eslava, Pérez Reverte, Saramago o García Márquez.
Gastrorelatos consta de doce historias cortas y diferentes en tiempo y lugar, pero con el factor gastronómico de fondo. Cada relato incluye una sorpresa y sirve para abrir una puerta a un mundo nuevo, aunque todos tratan de un personaje o acontecimiento real. Becerra ha querido traer y reinterpretar en sus historias los olores, sabores y aromas de toda su vida hostelera.
Su primer libro fue Recetas con Historia (2006), al que siguió El Vino de Jerez y Sanlúcar, la novela El Pintor de Mujeres sin Rostro y por último Gastrorelatos, presentado el lunes pasado.
Relatos de ficción –o no tanto- que son la redefinición libre del autor, quien en sus años de oficio ha tenido la fortuna de conocer y tratar a diversos personajes en estilos y actitudes.
Enrique Becerra disfruta en la actualidad escribiendo a diario sus reflexiones sobre lo humano y lo gastronómico, juntas para crear literatura.
