El roscón de Reyes de Enrique Caro, del obrador Rustikal de Los Palacios y Villafranca, ganó el concurso al Mejor Roscón de Reyes de la Provincia de Sevilla en la categoría Clásico, mientras que en Creatividad el premio ha recaído en Heladería Bolas.
Un año más Grastromiun, la Escuela Internacional de Gastronomía, Hostelería y Nutrición de la Cámara de Comercio de Sevilla, ha convocado otro año más este concurso.
Se han presentado un total de siete roscones en la categoría clásica y doce en la creativa, procedentes de numerosas pastelerías y panaderías de Sevilla capital y provincia. La cata ha tenido lugar en las instalaciones del Club Cámara Antares, en la planta 18 de Torre Sevilla.
Además, la iniciativa también tiene una función solidaria, ya que todo el excedente de dulces se ha entregado a comedores sociales de Sevilla, que también han recibido un lote de chocolates y café descafeinado.El jurado formado por profesionales seleccionados entre representantes de las entidades organizadoras y colaboradoras, y profesionales del ámbito de la gastronomía, la hostelería y la repostería, evaluaron los roscones de forma anónima, teniendo en cuenta la textura, el aroma, la calidad, el sabor, la decoración y el aspecto exterior entre otros aspectos.
Estuvo presidido por Manu Jara, pastelero, empresario y coordinador del curso superior de Pastelería de Gastromiun; acompañado de otros miembros como Laura Robles, jefa de repostería del Grupo Robles Restaurantes; Sergio Ortiz, propietario de Verdeo Bakey; Isabel Aguilar, de la Revista Gurmé; o Mónica Trujillano, directora de la Guía Gastronómica El Comensal y miembro de nuestra Academia; entre otros.
Rustika es una panadería artesanal de Los Palacios y Villafranca propiedad de los emprendedores Enrique Cano y Elena Núñez, que han convertido el que era un establecimiento de piezas precocidas en la primera panadería de autor con largas fermentaciones de la localidad. El pan de maíz y chía es su producto estrella.
Bolas cuenta con varias heladerías artesanas en Sevilla y es un negocio de Rocío Cañizares y Marcos Sánchez que trabaja bajo el concepto de llevar la alta gastronomía al mundo de los helados. Tiene productos que van desde los clásicos de chocolate y vainilla hasta las que se adaptan a intolerancias y opciones dietéticas diversas.
