Tal día como hoy, un 25 de octubre de 2001, tres amigos de Sevilla que compartían aficiones, crean la web www.apoloybaco.com , para tratar con profundidad y desde la perspectiva cultural el jazz, la enología y la literatura. Poco después vino la gastronomía.
A los cinco años se constituye formalmente la Asociación Apoloybaco para promover estas cuatro vertientes, si bien nos toca comentar especialmente la labor que ha desarrollado en lo relativo a los vinos y la gastronomía sevillanos, este colectivo presidido por Antonio Vázquez Cruz, que nos da algunas claves de su trayectoria en estos 20 años, resumida en la organización de más de 300 eventos.
En el capítulo de los vinos, Apoloybaco comenzó con su “Ruta del Mosto” en el Aljarafe sevillano. Los sábados por la mañana los dedicaban a recorrer los pueblos en dónde se elaboraba y bebía vino en los meses de invierno, visitando bodegas y conociendo el mosto y sus costumbres.
Con todo ese material, nació en la web la sección “Sevilla y los vinos”, con 8 sub apartados: La ruta del Mosto, Las tiendas de vinos, Las destilerías, Zonas vinícolas, Bodegas, Enoturismo, Tabernas y sobre todo, el reflejo de la gran labor de investigación realizada por Apoloybaco: Valores Históricos del vino en Sevilla. Hoy ya se empieza a reconocer la riqueza vinícola de Sevilla y su historia.
La sección de Vinos y Enología de Apoloybaco ha participado activamente, en algunos de los más importantes congresos, conferencias, foros y simposios celebrados en Andalucía, como, por ejemplo: en la Cátedra del Vino de Jerez; las Jornadas Históricas sobre el Mosto del Aljarafe, en Umbrete; las jornadas sobre “El vino en la Sierra Norte durante el Barroco”, en Olivares; el congreso científico sobre los Vinos y Brandis de Jerez, la Conferencia de Enoturismo, dirigido a futuros sumilleres, en Bollullos Par del Condado; las “Jornadas sobre el vino y la Literatura”, en Constantina, y con la participación activa, durante varios años, en el “Congreso Tabernario” de Carmona, que organizaban la Asociación “Los Norios”.
La Asociación Apoloybaco dedicó igualmente tiempo a visitar y conocer de cerca la hostelería sevillana, incidiendo en el capítulo de las tapas, que si bien se elaboran con productos de cercanía, hay una clara evolución en el tiempo a platos cada vez más complejos, con influencias de otras cocinas.
A lo largo de estos años, la Asociación ha asistido a los cambios: desde tascas, tabernas y bares de toda la vida a “gastrobares”, en donde en muchos casos prima antes la estética del lugar sobre el producto. También afirma su presidente que los restaurantes de mesa y mantel parece que no terminan de “cuajar”, pues el formato más exitoso es la tapa o la media ración. Pero los nuevos establecimientos están convirtiendo a Sevilla en una ciudad de referencia no solo española, sino mundial.
Nos recuerdan que la pandemia se ha llevado a muchos, muchísimos locales, algunos nuevos que empezaban, pero otros, muy históricos para nuestra ciudad.
En la sección de gastronomía, hay que destacar, sin duda, la celebración anual del Concurso Gastronómico, para socios y familiares, que se ha convertido, tras 12 años activo, en la actividad más importante en la época de verano. La idea era realizar una jornada de convivencia en la playa, para fomentar entre el cuerpo social la cocina casera, el uso de ingredientes naturales en las recetas domésticas, y el aprovechamiento de los alimentos.
Para finalizar, Vázquez nos hace referencia a varios grandes eventos culturales organizados, de carácter anual, en los que se reconocía el esfuerzo de personas, entidades, asociaciones o colectivos de la ciudad, destacados en la promoción del jazz, la literatura, los vinos y la gastronomía de la provincia de Sevilla. Pero la crisis de 2008 y la reciente pandemia sanitaria por covid impidieron su continuidad.
Apoloybaco sigue siendo fiel, veinte años después, al concepto altruista e independiente del inicio de la Asociación, y ésa es la clave de su supervivencia y su éxito como colectivo.
Charo Barrios.
