El vino sevillano sube a las alturas

Es frecuente comentario en nuestra Academia la costumbre de pedir vinos sevillanos en bares y restaurantes locales. Igualmente coincidimos en que esta demanda es cada vez menos “desatendida” por la hostelería. Se trata de insistir a modo de marketing, demostrando nuestro interés por los vinos propios, cada vez mejores. Por suerte, los establecimientos sevillanos con referencias bodegueras de nuestra provincia están aumentando.

Desde su creación en el año 2011, la Asociación de Productores de Vinos y Licores de Sevilla ha hecho una gran labor de promoción de los caldos sevillanos, refrendada por la aparición constante de nuevos vinos procedentes de bodegas históricas o recién creadas, de la mano de bodegueros con varias generaciones a sus espaldas, o de empresarios jóvenes, con vocación y talento emprendedor.

Los vinos sevillanos vienen siendo sin duda la avanzadilla de esta nueva etapa gastronómica –cada vez más entendida y asumida por el público autóctono y el visitante- , dinamizando así este segmento económico, tan enraizado con el turístico.

La Sierra Norte, El Aljarafe o el Bajo Guadalquivir, han ido aglutinando empresas vinculadas a la industria del vino, los licores y por ende la gastronomía, dando lugar a la creación de rutas turísticas alrededor del vino, proyectos a los que se han ido adhiriendo diferentes establecimientos de restauración, incluso empresas culturales.

Prodetur, entidad instrumental de la Diputación Provincial de Sevilla, ha dado su apoyo al sector vinícola mediante la plataforma Sabores de la Provincia. No olvidemos que son pequeñas bodegas, muchas de ellas familiares, que en estos años han sabido innovar y crecer a través de nuevas propuestas, más allá del mosto y los destilados.

En los últimos tiempos se han organizado diferentes catas gratuitas de  vinos y licores sevillanos, muchos en las azoteas de los hoteles más emblemáticos, ofreciendo al vino sevillano el lugar adecuado para revalorizar su prestigio. Con estas iniciativas se está sembrando, para una vendimia de consolidación que va llegando a buen ritmo.

Bodegueros históricos, creadores jóvenes, enólogos, comunicadores y sumilleres, son ya las fuerzas vivas del mundo del vino en Sevilla. Y no debemos olvidar, a aquellos que con sus investigaciones históricas han confirmado la antigüedad de la viticultura en nuestra provincia, a través de los restos arqueológicos descubiertos. No todos saben que en los siglos XV al XVII fuimos los primeros exportadores de vino al Nuevo Mundo.

Hace unos días se presentó un nuevo ciclo de “Catas de los sentidos” en varios hoteles de Sevilla y provincia, en su octava edición, que dará a probar una treintena de vinos y licores sevillanos en nuestras más bellas azoteas.

Pidamos siempre en bares y restaurantes un vino de Sevilla.

 

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