Jornada de nuestra Academia en Lebrija

Ratificar las nuevas incorporaciones de académicos –quince en esta ocasión- ha propiciado la convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria, que celebramos ayer en la localidad de Lebrija. El desplazamiento estaba fundamentado en varios motivos de calado: el apoyo al artesano local Domi Vélez, designado en la World Baker 2021, como mejor panadero del mundo; la declaración por nuestra Academia de 2022 como el Año del Pan, los Picos y la Regañá de Sevilla; de reconocimiento a los vinos lebrijanos y, por último, como apoyo a la conmemoración de la localidad de “Año Cultural Nebrija”.

Unos veinte académicos participaron en la jornada, que comenzó en el obrador del artesano Domi Vélez, quien nos mostró el proceso de fabricación de su pan, explicando los proyectos realizados con la Universidad Pablo de Olavide, el CSIC y la Universidad de Cádiz, y abriendo una vía de necesaria formación del sector profesional de panadería. Las investigaciones de este panadero –quinta generación en su oficio familiar- se encaminan a devolver la calidad al  producto, en un marco de dignidad y salud nutricional en un alimento tan básico.

Continuó el programa en la Casa de la Cultura, atendidos por la concejal de Seguridad Ciudadana, Teresa Serrano, quien explicó la historia, rehabilitación y uso actual del edificio, antigua Cilla del Cabildo Eclesiástico desde el siglo XVIII. En el centro, celebramos nuestra Asamblea Extraordinaria, según el orden del día establecido.

Finalizada la reunión, nos dirigimos a la Bodega González Palacios, probando vinos blancos y tintos, la mayoría criados bajo velo de flor. Durante los aperitivos, Domi Vélez nos ofreció una degustación de cuatro de sus exquisitas elaboraciones, con recomendaciones para el servicio del pan en la hostelería.

Para terminar, tras la tradicional puchera de Lebrija, nuestro presidente, Julio Moreno, hizo entrega a Domi Vélez de un diploma conmemorativo de nuestra visita, imponiéndole igualmente la insignia de plata de la Academia.

Antes del regreso, compartimos un paseo por los viñedos de la Bodega, disfrutando del paisaje de la marisma y su atardecer.

La jornada de ayer responde a la filosofía de la Academia en el sentido de apoyar la gastronomía de Sevilla, a través de sus protagonistas y de las iniciativas de sus pueblos.

 

 

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