El año del AOVE de Sevilla nos está permitiendo conocer de cerca la industria del sector olivarero de la provincia. El pasado jueves un grupo de académicos con nuestro presidente, Julio Moreno Ventas, realizó una visita a la Cooperativa Oleand, ubicada en la localidad de La Puebla de Cazalla. Nos atendieron Manuel Núñez Moreno, Director de Marketing, y Juan Antonio Pérez Rivero, responsable del equipo de Servicios Técnicos.
Oleand S. Cooperativa Andaluza, con sede en Utrera y delegaciones en Mairena y La Puebla de Cazalla, nació en 2019, fruto de la fusión de las cooperativas San José S. Coop. And, y Ntra. Sra. De las Virtudes S. Coop. And. El resultado es una entidad fuerte y avanzada tecnológicamente, con casi 6.000 socios y 250 empleados, que gestiona 15 millones de kilos de a.o.v.e. y 35 millones de kilos de aceitunas de mesa. Está presente en toda la provincia de Sevilla y en algunas localidades onubenses.
La Cooperativa mantiene convenios de colaboración con entidades públicas y privadas, y con centros tecnológicos que incluyen la difusión de la cultura del olivar, dándole un valor añadido.
Trabaja con productores con proyectos de economía circular, cultivo ecológico, de investigación sobre el aceite y otros programas de recuperación y reutilización de residuos, así como de aprovechamiento de agua para el riego.
Su actividad lleva tres patas:
Económica: dando un precio justo al agricultor, que cobra según cantidad, acidez y otros parámetros. La producción integrada y la ecológica tienen un plus.
Ambiental: trabajando -entre otros- con proyectos relacionados con el agua, destacando también la recuperación de los polifenoles para la industria conservera.
Social: de gran peso en la Cooperativa, con diversas colaboraciones (público infantil, sector turístico, etc.).
La labor de Oleand en suma es la recogida y transformación de los productos de la tierra (aceitunas de mesa, aceite de oliva virgen extra y cereales). Pero su gran valor es trabajar con un árbol milenario en nuestra cultura, el olivo, que además de un gran alimento, proporciona estabilidad en el territorio y es símbolo de cultura. El árbol llegó a la península a través de la antigua Gades, hace 3.000 años. Y Sevilla fue la gran exportadora de aceite de oliva a la antigua Roma, con vasijas no retornables, que formaron el llamado Monte Testaccio a base de 26 millones de ánforas, durante 200 años de tráfico comercial.
Y siguiendo con los tintes históricos, tuvo lugar el paso de Miguel de Cervantes por La Puebla de Cazalla, como recaudador y abastecedor, que adquirió aceite de la localidad. El hecho se descubrió documentalmente en 2016, por el cronista local e investigador Pepe Cabello, cuyo relato sirvió para ilustrar un estuche de a.o.v.e. especial conmemorativo en aquel año. Por cierto, la variedad autóctona más antigua en Sevilla era la lechín y posteriormente la “chiquitita”. Igualmente, en 2023 se presentó otro estuche especial dedicado al Milenario del Reino de Sevilla, con las variedades manzanilla y gordal.
La visita tuvo una segunda parte, con cata de aceite de oliva virgen extra, distinguiendo las tres clases de grasas que proporciona el olivo, como el aceite de oliva, el aceite virgen y el aceite virgen extra. También se resumieron las fases de la elaboración del a.o.v.e., comentando que las hojas del olivo se destinan a alimentación del ganado, y el hueso de la aceituna a la caldera del molino.
Pudimos conocer el laboratorio de muestras de aceitunas, con trazabilidad según etiqueta y sin nombre de socio.
Dentro del Año del AOVE de Sevilla, nuestro presidente expresó la voluntad de la Academia de colaborar con Oleand, una gran Cooperativa en nuestra provincia.
