El pasado martes asistimos en el Museo del Aceite de La Puebla de Cazalla (muy recomendable), al acto de presentación del nuevo estuche de aceite, que conmemora la efeméride del Milenario del Reino de Sevilla (1023-2023), organizado por la Manzanilla Olive Soc. Coop. And. Oleand, y el Comité Organizador del Milenario, con un salón de actos a rebosar, con alcaldes de los municipios olivareros y productores de aceituna (con su IGP incluida) y con una elegante puesta en escena.
Para nuestra Academia, el acto significó un evento precursor y anticipo de las celebraciones previstas para el próximo año 2024, que ya sido nombrado Año del Aceite de Oliva Virgen Extra de Sevilla.
Comenzó el turno de intervenciones el presidente del Consejo Rector de la Cooperativa Oleand, Antonio Candil, quien argumentó la iniciativa en la línea de trabajar para poner en valor territorios, productos, personas y patrimonio. Con este acto, la cooperativa hace defensa del terruño.
El presidente del Comité Organizador del Milenario, Manuel García Fernández, habló de la adhesión de este producto premium a la efeméride del Milenario, a través de este original estuche conmemorativo, presentado en un espacio idílico como el Museo del Aceite, sobre el suelo de la bodega de la antigua hacienda.
También el alcalde de La Puebla de Cazalla, Antonio Martín Melero, pronunció unas breves palabras, aludiendo al gran trabajo que realiza la cooperativa, la mayor de aceituna de mesa de Andalucía.
El evento tuvo su vertiente histórica, con el doctor Emilio González Ferrín, profesor de Pensamiento Árabe e Islámico de la Universidad de Sevilla, en cuya breve y brillante conferencia partió curiosamente de la misión de la llamada Inteligencia Artificial. Describió en concreto el primer periodo del Reino de Sevilla, fundado en noviembre de 1023, con la dinastía abadí, tras romper con la dependencia de Córdoba, y que se extendió hasta la promulgación de la división por provincias de Javier de Burgos en 1833. El experto defendió la tesis de dejar hablar al territorio, y que éste haga su propio relato, antes de la transmisión escrita, a veces sesgada de modo interesado.
Se refirió al origen de la cultura en el Valle del Guadalquivir, llegada de Oriente hasta 1492, y desmintió la fecha hasta ahora asumida de 1248 para la fundación del Reino de Sevilla con el rey Fernando III.
Y volviendo al fondo de la conferencia, subrayó González Ferrín que el a.o.v.e., las aceitunas y el modo de labrar la tierra se han transmitido por generaciones, como sabiduría ancestral. Eran tiempos en los que no se miraban religiones, sino funcionalidad. Andalucía en este contexto, tiene un mayor protagonismo en la historia de nuestro país.
Siguió a la aplaudida conferencia la ejecución de varias piezas musicales del periodo medieval aludido, a cargo de la Escuela de Música y Danza “Manuel García Gómez”, que interpretó a instrumentos de cuerda dos cantigas compuestas por el rey Alfonso X el Sabio, y dos villancicos de la Corte de los Reyes Católicos.
Y llegó el momento de descubrir el estuche objeto de la presentación, diseñado con estética medieval. Un frasco de aceite de Sevilla de alta calidad, cuyo envase de cartón se abre en redondo, para mostrar en cada lado la historia de la creación del Reino de Sevilla. Un trabajo complicado que quiere expresar la presencia de una cultura olivarera ancestral, ya desde la antigua Roma, y que ha llegado hasta nuestros días, gracias a la preservación de nuestro patrimonio agrario.
El acto finalizó con una cata guiada del aceite seleccionado para el acto, variedad manzanilla, a cargo del doctor en Ciencias Biológicas Fernando Martínez Román, experto del Instituto de la Grasa.
