Los mercados de abastos sevillanos han dado mucho que hablar en estos últimos meses, sobre todo los de la capital: campañas promocionales, creación de una plataforma digital de compra, publicación de guía de compras, etc., pero también por noticias de problemas organizativos internos. Todo ello confirma que muchos de nuestros mercados están en crisis.
Ante la necesidad de defender y preservar la identidad de los mercados municipales de ciudades y pueblos, se constituyó en marzo de 2020 la plataforma “Federación de Mercados Tradicionales”. La asociación estaba formada por mercados de 11 comunidades autónomas, siendo el representante de Andalucía el mercado de abastos de Triana.
Son tiempos complicados para el modelo de comercio tradicional de las plazas de abastos. La gran distribución, la venta on-line, el comercio electrónico, los nuevos hábitos de consumo familiares y la proliferación de puestos de “hostelería gourmet” en el interior de los mercados, son signos claros de cambio y evolución que están relegando la cultura de los mercados públicos tradicionales.
Pero las plazas de abastos son mucho más: escaparates de productos locales, referencia del pequeño comercio, puntos de encuentro social y comercial, centros de distribución de productos frescos y de calidad, y herramientas de defensa de los pequeños productores y de las buenas prácticas comerciales. Y además, son una gran fuente de empleo directo, digno y estable.
Todas estas realidades hacen necesaria una reformulación del modelo de venta de los mercados, en la línea de hacerse más competitivos y por supuesto más visibles. La Administración tiene un importe papel en la solución del problema, pero los consumidores somos determinantes a través de nuestros hábitos de compra.
Nuestra Academia expresa su apoyo total a los mercados públicos de abastos, que necesitan más que nunca el respaldo del consumidor. Está en juego un modelo comercial tradicional que da vida a nuestros barrios, respeta nuestras identidades, frena los efectos negativos de la globalización, refuerza la autonomía laboral, consolida la especialización y nos acerca al campo cercano y sus ciclos naturales y sus productos.
Los mercados de Triana, de la Encarnación, de Feria, de El Arenal, de Écija, de Osuna, de El Viso, entre otros, siguen ofreciéndonos los mejores alimentos de la provincia.